El análisis crítico de Francisco Prieto, gerente de Zamora10
by Zamora10
No suelo mentir, porque soy un ser libérrimo, solo encadenado a mi carne, y la verdad, se dijo, nos hará libres. De ahí que afirme en esta tarde primaveral, en esta carta a los zamoranos, que lo pronunciado en la mañana de hoy, entre zumos de naranjas, croissant, café y leche y otras viandas, por Francisco Prieto Toranzo, gerente de Zamora10, me parece el análisis crítico más brillante que escuché en los últimos años.
Dijo tantas cosas importantes sobre nuestra realidad, dio razones de nuestros males y cuál podría ser nuestro futuro, que comulgo con todos sus asertos. Él, persona educada, diplomática, se expresó con delicadeza, pero sus frases me resultaron diáfanas, clarísimas. Hubo, no obstante, que escuchar entre silencios, de palabra a palabra.
Debido a su pulcritud, no quiso dar a conocer a qué han jugado políticos que dirigen instituciones, ni habló de las trabas que a Zamora10 y a ciertas empresas que forman parte de esa organización se les han colocado desde que se creó esta Asociación para el Desarrollo de Zamora. Los políticos pasan. A los malos nadie los mirará cuando dejen de ser lo que hoy son, cuando reciben coba y pleitesía de los pelotas, ni tan si quiera para saludarlos por la calle.
La convocatoria de Francisco Prieto tenía un objetivo: hacer balance de este primer año de la creación de Zamora10, si bien la máquina empezó a carburar a partir de principios de octubre. Muy poco tiempo para ver grandes resultados. Zamora, enferma moral y económicamente, no inicio su decadencia anteayer; habría que viajar en el tiempo hasta la mitad de la década de los 80, cuando el felipismo inició una serie de reformas social liberales en las empresas del Estado y en el sector primario, agricultura y ganadería, que afectarían, con el tiempo, a nuestra provincia.
De ahí que Prieto Toranzo hablase, de un momento de su comparecencia, de que la ciudad de Zamora no es nada sin su provincia, como tantas veces este menda ha escrito en estas cartas vespertinas, que van camino de celebrar también su primer aniversario, coincidiendo -¡qué extraño!- con la creación de Zamora10.
El gerente fue, además, humilde y sencillo. No tiene otra lectura esta confesión: “No sé si lo que hacemos es bueno –se refería, claro está, a Zamora10-, pero lo que tengo muy claro es que no es malo. Y, si no es malo, solo pedimos que nos dejen trabajar”. Y añadió: “Hemos empleado demasiado tiempo en conseguir que nos dejaran hacer nuestra labor”.
A quién se refería sin dar nombres. Pues a una institución pública que, desde el principio, temió que Zamora10 lograse objetivos que los políticos zamoranos, los de ahora y los de siempre, fueron incapaces de alcanzar. Los dos grandes partidos le han hecho mucho daño a nuestra ciudad y provincia: el PSOE de Felipe González, que cerró líneas férreas, sacó al Regimiento Toledo del Cuartel Viriato; candó la Prisión Provincial y ejecutó una reconversión agroganadera que afectó brutalmente a nuestro medio rural. Y el Partido Popular que no quiso rectificar las políticas ¿socialistas? del felipismo. Todo siguió igual. Zamora muriéndose, y nuestros representantes políticos triplicando los salarios que recibían en sus profesiones, y el pueblo, acobardado, tragaba papeletas para votar en cada elección legislativa.
El zamorano de a pie no se ha enterado de lo que se hacía con su ciudad y su provincia desde Madrid ni Valladolid. La prensa local, sin duda, fue cómplice del ocaso de Zamora. Prieto Toranzo fue clarísimo: “El problema de Zamora no es de ahora, ni de unos ni de los otros. Lleva cayendo 30 años. Y eso es culpa de todos nosotros que lo hemos permitido”. La prensa local, sin duda, fue cómplice del ocaso de Zamora. Eso lo escribo yo. Como lo vengo diciendo ha tiempo.
De ahí que Francisco Prieto, pidiera a las instituciones que se “impliquen” con nuestros proyectos”, porque estamos trabajando para “Zamora y los zamoranos”. Y recordó al reunión con Mariano Rajoy: “El tiempo de paños calientes, de pedir cosas sin presión, se ha acabado. No nos queda tiempo”.
Y advirtió que de aquí a 15 años –yo lo recortaría para dejarlo en una década- “como en Zamora no hagamos algo, los jóvenes zamoranos no tendrán futuro. Y de ellos nos arrepentiremos antes o después”.
Cuántas veces he escrito que, cuando el Estado invirtió en Zamora, nuestra tierra avanzó; en cuántas ocasiones dije que sin Estado la provincia y su capital no son nada. Francisco Prieto lo ha confirmado hoy, en el primer aniversario de la creación de Zamora10.
Habló también de un Plan Especial, que solo la administración central puede, y debe, ejecutar. El Estado, de nuevo, clave de que Zamora se recupere y pase a ocupar un lugar entre las primeras 30 provincias de España como aconteció en su día. Pero si Rajoy obvia a Zamora10, no habrá nada que hacer. La gente tierna tendrá que escapar de su tierra.
Podría continuar escribiendo sobre este análisis crítico, profundo, razonable, valiente y educado de Francisco Prieto sobre su tierra y la mía. Pero no quiero aburrir al lector con tanto texto. Confieso que antes de salir del Meliá Horus, al despedirme del gerente de Zamora10, le confesé que estuvo muy brillante. Y creo que no he sido hiperbólico.
Eugenio-Jesús de Ávila