Genial movimiento de Zamora 10 sobre el tablero de ajedrez de Rajoy

Si la vida es una partida de ajedrez, el movimiento de la reina de Zamora 10 sobre el rey Rajoy me parece una genialidad del jugador que representa a nuestras huestes. Hace unos instantes, se nos ha enviado una información que me ha obligado a valorar de tal manera esa jugada del organismo empresarial zamorano, que aprovecha la estancia del primer ministro español en nuestra ciudad, allá el 14 de abril, aniversario de la proclamación de la II República, con motivo de la Convención Nacional sobre Medio Rural y Reto Demográfico.

El presidente del gobierno, del que es buen vasallo Martínez-Maíllo, debe mover pieza, porque el rey puede recibir jaque mate en la partida que juega sobre el tablero de Zamora. Y solo le queda una opción inteligente: reconocer la categoría del rival, progresar sobre el tablero y ofrecer a los zamoranos, los grandes olvidados de la economía de Castilla y León, no las tablas, sino la victoria. Traduzco: si el Estado nos quitó, sin venir a cuento, porque le dio la gana a los técnicos del felipismo, lo que había sido nuestro, ahora otra formación que administra el Estado debe devolvernos lo que formó parte de nuestra historia económica y social: Monte la Reina, como estructura militar, que mantenga un contingente importante de militares entre Toro y Zamora; unas cuantas empresas que se asienten en nuestros polígonos industriales, relacionadas con la transformación de nuestras materias primas, y que se le de un toque desde La Moncloa a la Dirección General de Tesla, en USA, para que elija nuestra provincia como territorio para asentarse en España. Y poco más que pedir. Nos conformamos con poco, como podrá advertir Martínez-Maíllo, fiel escudero de Don Mariano.

Los dirigentes de Zamora 10, los más capaces, educados y decididos, que se presenten ante Rajoy y le cuenten, con documentos en la mano, no cómo se vive en esta ciudad, sino cómo se muerte de deprisa porque nos falta un mínimo de calidad de vida; que le relaten cómo decisiones políticas mermaron el potencial económico y condenaron a la emigración a nuestros jóvenes.

Como la Gerencia de este organismo empresarial zamorano piensa con la cabeza, nunca con las vísceras, tras conversar con el presidente, deducirá si sus peticiones se proyectarán sobre la triste realidad de nuestra ciudad y provincia o el olvido nos condenará al ostracismo. Si Rajoy promete y no da nada, ya saben los zamoranos a quién no deben votar. Si promete y transforma palabras en hechos, que cada cual vote en conciencia.

Eugenio-Jesús de Ávila

Fuente: Página oficial de Facebook de El Día de Zamora