La unidad de los profesionales zamoranos espolea la lentitud burocrática

Cuando se analizan las causas del bajo nivel de desarrollo de Zamora se señala, muchas veces injustamente, la falta de iniciativa del empresariado de la provincia. No será por falta de talento y de ello hay muestra sobrada, desgraciadamente, en muchos casos fuera de la provincia. Pero aquí también. Y además de talento, los profesionales y empresarios zamoranos han comenzado a moverse sacudiendo los cimientos más inmovilistas y logrando frutos a base de insistencia y esfuerzo, como puede ser Zamora 10 y su Escuela Nacional de Lácteas que es solo la punta del iceberg de otros proyectos encaminados a convertirse en realidad. Certezas frente a las estadísticas que esta misma semana nos colocaban entre las provincias con menos atractivo para los inversores. Solo la acción, frente a la resignación o la inmovilidad, puede darle la vuelta a una situación que frena el desarrollo del territorio.

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