Los tiempos están cambiando

Hace algunos años, paseando por los alrededores de la Iglesia de Santa María de la Horta, en la Puebla del Valle de la ciudad de Zamora, unos niños jugaban al fútbol.

Por esos días, un informe de una prestigiosa entidad bancaria, situaba a nuestra provincia en los últimos puestos de una lista en la que se evaluaba el nivel de vida.

Me acerqué a los niños y les dije: “Cuándo seáis mayores y alguien os diga que vuestra ciudad figura en último lugar en esas listas que determinan el bienestar y la prosperidad, no olvidéis responderle que el campo de fútbol de vuestra infancia tenía una portería con arquivoltas y constituía uno de los más hermosos ejemplos de la arquitectura románica del siglo XII, y que eso no lo tenía ni Iker Casillas”.

Artículo de opinión completo en: La Opinión de Zamora