Todo en contra de Zamora10, nueva reflexión de Eugenio-Jesús de Ávila

Se sabía que a Mayte Martín Pozo nunca le gustó Zamora10. En numerosos artículos lo expliqué. ¿Razones? Desconozco cómo reflexiona esta mujer. No soy su amigo. Ni falta que le hace a ella. Yo soy un don nadie. Un periodista provinciano, con más pasado que futuro, y, que además, suelo dar guerra al poder. No soy un cobista como la generalidad –no me refiero a la institución catalana- de periodistas que moran por estos pagos, gente mucho más culta que un servidor, maestros de la sintaxis, poetas y excelentes prosistas.

Nunca he hablado con ella más allá de intercambios de preguntas y respuestas en ruedas de prensa y poco más. No sé de qué va. A la alta política llegó anteayer, si se me permite la expresión. No es una Clara San Damián, señorita de la cantera popular, ni Martínez-Maíllo, político desde la cuna, que, desde niño, jugó a los parlamentarios.

Pues hete aquí que nunca comprendí que una persona del Partido Popular mantuviese serías discrepancias, desde la génesis de esta Asociación para el Desarrollo de la Provincia, con los empresarios. Si hubiera sido una marxista-leninista, nada que objetar a que discrepase de los empresarios zamoranos. Pero una señora conservadora, en principio, se encuentra en su salsa cuando departe, comparte ideas, proyectos, futuro con los hombres y mujeres que arriesgan su capital para crear una empresa y, ya de paso, puestos de trabajo.

Francisco Prieto, gerente de Zamora10, cuando realizó un balance de este primer año de la creación, que no de la puesta en marcha, de este organismo empresarial, manifestó, para quién quisiera escucharle –supuse que se dirigía a la mencionada Martín Pozo- que las personas que integran esa asociación no juegan a política, que solo quieren que las instituciones zamoranas apoyen, si es menester y les pareces positivos, sus ideas y proyectos, porque se trata de que Zamora y su provincia evite su muerte económica y demográfica.

Y lo enfatizó: Zamora10 no ha venido a hacer política. Quizá me corrija Prieto Toranzo, pero sus palabras iban dirigidas a la inquilina del que fuera Hospital de la Encarnación. Francisco Guarido nunca ha creído que los empresarios zamoranos fuesen a cargar contra su posición política. Los enemigos de IU nunca le quitarán un solo voto. Un empresario –siempre hay gente rara- nunca votará a un partido de la izquierda real.

Después de que haya dedicado estos cuatro primeros párrafos a la ínclita presidenta de la Diputación, voy a escribir sobre mi admirado regidor, Francisco Guarido. Sí. Ayer, me extrañó que no asistiera a la reunión del Consejo General de Zamora10. Conocía que Méndez Pozo no acudiría a la cita, porque asuntos familiares se lo impedían. Hasta última hora esperé a que el alcalde se personase en la Cámara de Comercio, sede del encuentro entre empresarios y dos políticos, ambos del PP, el delegado territorial de la Junta, Alberto Castro, y el subdelegado del Gobierno, Jerónimo García Bermejo. Pero no llegó.

Y creo que esta mañana, durante la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno Local, nadie le preguntó sobre su ausencia a la reunión con el Consejo. Y me extrañó, porque Guarido sí estuvo en el encuentro con los zamoranos del exilio exitoso laboral y profesional, cita importante a la que tampoco asistió la presidenta de la Diputación, que envió a Dúo y Tomás como representantes de la institución provincial. Por otra parte, altos cargos y dirigentes del organismo empresarial me han comentado, en muchas ocasiones, su satisfacción con el comportamiento del regidor zamorano.

Zamora10 ya se espera cualquier cosa de Mayte Martín Pozo, pero le ha dolido la no presencia de Francisco Guarido en esa reunión de ayer tarde. De ahí, la nota de prensa enviada a última hora de la mañana de hoy, por Francisco Prieto, en la que denunciaba la falta de voluntad de ambos políticos, Mayte y Guarido, para apoyar los proyectos del organismo empresarial zamorano.

No sé si cunde ya el desánimo entre los principales mentores de Zamora10 o si se crecerán al castigo institucional. No lo creo. Hay que seguir hasta el final. Cuando no haya nada qué hacer y el Estado, todas sus administraciones, pase de nuestra ciudad y su provincia, habrá que señalar a los partidos y políticos que nos olvidaron, que nos despreciaron y humillaron y pedir que no se les vote ni en los comicios locales, ni, por supuesto, en las elecciones autonómicas ni en las legislativas.

Los zamoranos, si aún poseen orgullo, si son dignos sucesores de Arias Gonzalo, están obligados a castigar, de la única forma que podemos, votar a cualquier formación, menos a los partidos políticos que negaron ayuda, que nos traicionaron y escupieron.

Y no tengo nada más que escribir…de momento.

Eugenio-Jesús de Ávila

Fotografía: Esteban Pedrosa

Fuente: Página oficial de Facebook de El Día de Zamora