Último aviso

El próximo sábado, 19 de mayo, la iniciativa Zamora10 será presentada a unos cuantos zamoranos (se espera que sean bastantes) de la diáspora, a esos que, voluntaria o involuntariamente, emigraron y ahora destacan en sus respectivas actividades y profesiones. Se trata de contarles los objetivos y metas de Zamora10 e implicarles en ellos. Hay también un innegable componente sentimental y romántico: resaltar su vinculación a esta tierra, tocar su fibra sensible y lograr con ello que nazca o aumente su preocupación e interés por sus raíces y por el futuro de Zamora. Un futuro que, de momento, se escribe con tinta negra y rodeado de más sombras que luces. O lo modificamos y mejoramos entre todos o seguirán pintando bastos hasta que, incluso, los bastos se acaben.

En este panorama alarmante, Zamora10 se configura como un intento serio de buscar soluciones a la endémica crisis provincial. O al menos, a poner el dedo en la llaga y a hacer algo más que lamentarse, resignarse y continuar criticando en las barras de los bares. Y la reunión del próximo sábado puede leerse como el deseo de «nacionalizar e internacionalizar» el drama y transmitirlo a hijos de esta tierra que siguen llevando a Zamora y a sus pueblos en el corazón pero que ya han rehecho su vida lejos de aquí.

Noticia completa en: La Opinión de Zamora